La
canción nueve veces nueve días es un refrán popular Han. En China,
en la cultura tradicional Han, el nueve es el número de los polos opuestos, el
concepto más grande y a más largo plazo. Nueve por nueve son ochenta y uno, el
número más grande en su concepción. El antiguo pueblo Han pensaba
que desde el solsticio de invierno hasta la llegada de la primavera, había
nueve veces nueve días, es decir, ochenta y un días.
En la
antigua China, especialmente al norte del pueblo Han,
un lugar donde las temperaturas eran siempre muy bajas, el invierno se consideraba una
amenaza y un castigo. El miedo al crudo frío afectaba directamente a los estados de ánimo de las personas e
incluso sentían el largo y desconcertante invierno.
El
pueblo Han, para pasar el largo invierno con más facilidad bajo la amenaza de
crisis psicológica, se inventó un pasatiempo llamado “Shujiu”. De esto modo, contando los días y
visualizando el final del invierno se les hacía mucho más llevadero.
El
método nueve veces nueve originó el calendario lunar Chino y se utilizó para
calcular el cambio estacional. El método de cálculo es a partir del solsticio
de invierno, los primeros nueve días llamados primer nueve, los nueve días
siguientes, se llamaron segundo nueve y así sucesivamente hasta llegar a nueve
nueves (nueve veces nueve, o sea, 81 días)
En el
primer nueve que coincide con el solsticio de invierno se come 饺子, que se muestra en la siguiente imagen:
La
tradición dice que :
- El primer nueve y el segundo nueve no saques las manos de los bolsillos.
- El tercer nueve y el cuarto nueve puedes caminar sobre el hielo.
- El quinto nueve y el sexto nueve puedes ir a lo largo del río para ver a los sauces brotar.
- El séptimo nueve los ríos se deshielan.
- El octavo nueve los gansos vuelven.
- El noveno nueve más nueve días nacen las crías del ganado y el agricultor puede sembrar.
“春打五九尽,春打六九头”
Es un refrán
popular. Significa que la primavera llega en el quinto nueve en el último
día o en el sexto nueve en el primer día. Normalmente, en esos días, es el Año
Nuevo Chino.
Para marcar el paso de los días dibujan un árbol o rama de
ciruelo con ochenta y una flores para colorear. Cada día se pinta una hasta
llegar a pintarlas todas. En la última flor habrá llegado la primavera y las
flores de verdad empezarán a florecer.
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