miércoles, 27 de enero de 2016

La fábula de “Han Dan Xue Bu” (aprender a caminar)

En China, hay frases cortas que explican cuentos. Son parecidas a las fábulas occidentales que tienen una moraleja final. “Han Dan Xue Bu” que literalmente significa aprender a caminar, nos enseña que si imitas a los otros puedes perder tu propia identidad.

Hace 2000 años, en el período de los Estados combatientes, Han Dan era la capital de Zhao  un país de la China Antigua.  

Había un joven que se llamaba Tao Ling. El adolescente no se preocupaba por la comida y la ropa, y tenía un talento moderado, pero le faltaba confianza. Muy a menudo se sentía peor que los otros sin razón: su comida, la ropa y su postura cuando estaba de pie y estaba sentado eran menos buenas que las de las otras personas. Le gustaba aprender muchas cosas nuevas. Cuando veía alguna intentaba aprenderla, pero tan pronto veía otra cosa abandonaba la anterior. Al final todas las cosas las hacía mal y no sabía qué tenía que cambiar para hacerlas mejor.

Un día, se encontró a algunas personas riendo. Estaban hablando sobre la postura que la gente de HanDan tenía al caminar: era verdaderamente hermosa. Luego, reflexionó sobre esa afirmación y, finalmente, sin decírselo a su familia, fue a HanDan a aprender a caminar como ellos.


Puente de HanDan donde practicaba las posturas




Una vez llegó a Handan, todo lo que le rodeaba le hacía sentir bien. Cuando vio a los niños caminar, pensó que su postura era muy bonita y la imitó; cuando vio a los mayores caminar pensó que su postura era más estable y la imitó; cuando vio a  las mujeres caminar pensó que su postura era muy bella y la imitó. De esta manera, después de medio mes, no pudo caminar: se había olvidado de tanto tratar de imitar las posturas de los demás. Además, no tenía dinero para volver en un transporte, y volvió a casa arrastrándose por el suelo.


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