miércoles, 27 de enero de 2016

Mitos de China: la obtención del fuego (segunda parte)

Entonces, el Dios Fu Xi entró en el sueño del joven y le dijo que en el lejano oeste había un país que se llamaba Sui Ming. Allí, se había encontrado la manera de obtener el fuego. Cuando el joven se acostó, recordó lo que el Dios le había dicho y decidió ir al país Sui Ming y buscar la manera de hacer fuego. Por eso, el joven atravesó miles de montañas, cruzó miles de ríos, entró en miles de bosques y aguantó mil dificultades. 

Por fin, llegó al país Sui Ming. Sin embargo, allí no había luz, tampoco el día ni la noche. En torno a él estaba oscuro y no había ningún fuego ni nada semejante. El joven se decepcionó mucho y no supo qué hacer. De pronto, notó una luz fugaz y parpadeante surgiendo de repente a lo lejos. Entonces anduvo hacia allí para mirar qué pasaba. Encontró un árbol que se llamaba Sui Mu. Había unos pájaros grandes picoteando el tronco. La luz apareció cada vez que el pájaro picoteaba el tronco. El joven tuvo la ocurrencia de que si pudiera hacer fricción con las ramas quizás obtendría fuego. Cogió dos ramas, una más grande que la otra. Empezó a rozar la grande con la pequeña y aparecieron unas chispas. Sin embargo, la madera no se incendiaba. Él no se desesperó. Incansable, buscó muchos tipos de rama y rozó cada rama con paciencia. Por fin, una rama humeó y prendió fuego. El joven lloró de alegría. Volvió a su tierra natal con la manera de prender fuego. 

De ahí en adelante, la gente vive una vida sin miedo y frío. Fue tan admirado y se respetó tanto el valor y la sabiduría del joven,  que lo eligieron rey y lo llamaron Sui Ren Shi que significa “la persona que obtuvo fuego”. En ese momento, Sui Ren Shi se convirtió en el primer rey de los “Tres Reyes” y antepasados del fuego.


Sui Ren Shi






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