martes, 19 de enero de 2016

Mitos de China: la época del génesis

Hace mucho tiempo, el cielo y la tierra estaban juntos y el universo era caótico. Dentro del caos, dormía un hombre que se llamaba Pan Gu. Un día, Pan Gu se despertó de repente. Sentía tanta presión el pecho que se ahogaba. Entonces tomó un hacha que estaba a su lado y empezó a batirla para dividir el caos. Nadie sabía cuánto tiempo hacía que había batido el hacha, las partes ligeras y claras del caos subían, y las pesadas y oscuras bajaban. El cielo y la tierra se fueron separando. Pan Gu se alegró de eso. Sin embargo, las dos partes se juntaron muy rápido. Por eso, Pan Gu se puso en pie y usó sus manos y pies para apuntalar el cielo y el suelo. Estuvo así durante 18 mil años y, al final, el cielo y el suelo estuvieron fijos y separados por siempre. Pero Pan Gu se murió de cansancio y su cuerpo empezó a cambiar después de su muerte. Sus huesos se convirtieron en los montes, las colinas y las lomas. Sus carnes en las planicies, las llanuras y las cuencas. Sus ojos en el sol y la luna. Sus barbas y bigotes en las estrellas. Su sangre y sudor en los mares y los ríos. Sus pelos en los bosques, los prados y los pantanos. Su alma se fue al centro del mundo nuevo y hasta el momento, permanece durmiendo.


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